[Política al límite] Democracia, Organización ciudadana y Desafíos políticos

[Política al límite] Democracia, Organización ciudadana y Desafíos políticos

Entrevista publicada el 3 de noviembre de 2025 en el canal "Política al límite" (Youtube), en el que hablamos sobre: La democracia tradicional ha mostrado sus limitaciones y la lucha por el poder real continúa entre las élites económicas y el Pueblo soberano. Sin embargo, existe una oportunidad única para refundar la patria mediante una participación ciudadana activa, organizada y consciente. Superar la cultura del odio, fortalecer la democracia directa y preparar alternativas genuinas para las próximas elecciones son pasos indispensables para construir un El Salvador más justo, inclusivo y democrático. Este proceso requiere del compromiso de todos, tanto dentro como fuera del país, para que la voz del pueblo deje de ser ignorada y se convierta en el motor del cambio que El Salvador necesita.

El Salvador y su realidad política actual

El Salvador es una tierra rica en cultura, historia y paisajes, pero también enfrenta retos profundos en su sistema democrático y político. En la antesala de las elecciones de 2027, es fundamental comprender cómo funciona el poder real en el país, la situación de la democracia y la importancia de la organización ciudadana para garantizar un futuro diferente y próspero.

La falsa democracia en El Salvador: un sistema en crisis

La democracia representativa y sus límites históricos

Desde el siglo XIX y XX, la democracia en El Salvador, como en muchas partes del mundo, se ha institucionalizado en un modelo representativo basado en el voto popular. Sin embargo, esto no ha garantizado una verdadera participación ciudadana ni el cumplimiento de las promesas políticas. Los funcionarios elegidos actuaban como delegados, pero en la práctica, el poder real estaba en manos de élites económicas que priorizan sus propios intereses.

El sistema de partidos políticos como enemigo del pueblo

Enfatizra que el sistema de partidos, lejos de ser una herramienta democrática genuina, se ha convertido en un mecanismo que perpetúa la falsa democracia. Los partidos reproducen estructuras que utilizan el voto ciudadano como un mero trámite electoral, sin dialogar ni comprometerse con las verdaderas necesidades de la población.

El impacto de la violencia y la coerción en el voto

Durante años, la libertad electoral estuvo condicionada por amenazas y violencia, incluso por parte de las pandillas, lo que impidió que el pueblo pudiera elegir con total libertad. Esto también contribuyó a la desconfianza y desencanto con el sistema político.

La elección de 2019 y el ascenso de Nayib Bukele

En 2019, el pueblo salvadoreño dio un giro inesperado al elegir a Nayib Bukele con un voto libre, directo e igualitario, como respuesta al sometimiento que ejercían las élites económicas y políticas tradicionales. Este hecho marcó un cambio en la relación entre el poder real y el soberano pueblo.

La resistencia del poder económico y la oligarquía

A pesar del cambio en la presidencia, las élites poderosas han mantenido su influencia y han reaccionado con fuerza para preservar sus privilegios. En las elecciones de 2021 y 2024, intentaron retomar el control sin éxito, pero continúan operando desde las sombras para frenar las transformaciones.

Estrategias de manipulación: división y cultura del odio

El poder real ha implementado una sofisticada estrategia de inteligencia cibernética para dividir a la sociedad salvadoreña. A través de redes sociales y medios digitales, promueven la confrontación y la desinformación, creando círculos de conflicto entre intelectuales y grupos sociales, lo cual distrae del objetivo principal: la organización política para las elecciones de 2027.

La importancia de la organización ciudadana para 2027

La necesidad de alternativas reales y participación activa

Hacer un llamado urgente para que el soberano pueblo salvadoreño deje de ser mero espectador y empiece a preparar sus propias alternativas políticas. La fragmentación y la pasividad solo benefician a las élites económicas que buscan perpetuar su poder.

Retomar el municipalismo y la territorialidad

Una vía para fortalecer la democracia es recuperar el municipalismo, organizando a los ciudadanos en sus propias comunidades, con candidaturas que representen verdaderamente sus intereses. Esto implica revalorizar el papel de las municipalidades, que actualmente están siendo debilitadas y centralizadas en San Salvador, afectando la gobernabilidad local.

El papel fundamental de la diáspora

La diáspora salvadoreña, con su capacidad organizativa, recursos y conocimiento, es una fuerza clave para incidir en el futuro político del país. Su participación activa puede ser decisiva para apoyar la creación de nuevas estructuras democráticas y contrarrestar la influencia del poder económico.

La cultura del odio y la descalificación política

El peligro de la psicopolítica y la destrucción moral

La política salvadoreña está marcada por una tendencia creciente a descalificar y destruir moralmente al adversario, más que debatir ideas. Esto genera un ambiente tóxico, que aleja a la ciudadanía de la participación y refuerza la desconfianza en las instituciones.

Conflictos en la Asamblea Legislativa como espectáculo de distracción

Los enfrentamientos públicos entre diputados y la proliferación de canales de YouTube que fomentan el odio contribuyen a distraer a la población de los verdaderos problemas y la agenda política. Esta estrategia busca cansar y desmovilizar al electorado para las próximas elecciones.

El secuestro del proyecto político y la centralización del poder

El plan Cuscatlán y sus limitaciones

El plan político insignia de Nayib Bukele, el Plan Cuscatlán, prometía cambios profundos en seguridad y desarrollo. Sin embargo, la oligarquía ha marginado este proyecto, imponiendo leyes que favorecen sus intereses y privatizan servicios, debilitando la gobernabilidad y el progreso.

La ausencia del presidente en los procesos legislativos

Un dato preocupante es que muchas iniciativas de ley no son firmadas directamente por el presidente Bukele, sino por ministros o secretarios, lo que indica un posible control externo y una limitación de su capacidad real para impulsar su agenda.

Centralización en San Salvador y debilitamiento municipal

La concentración del poder en la capital y la reducción de atribuciones de los municipios han afectado la eficiencia en la atención de las necesidades locales, generando descontento y desconexión entre autoridades y ciudadanía.