A lo guanaco: Abogacía y Justicia en El Salvador

A lo guanaco: Abogacía y Justicia en El Salvador

Entrevista publicada el 11 de junio de 2025 en el canal "A lo Guanaco", que junto con Gio, (Youtube), hablamos sobre: la realidad de la Abogacía y la Justicia en El Salvador.

La Realidad de la Abogacía y la Justicia en El Salvador

La Profesión de Abogado y su Imagen Pública

Hay un cierto descrédito hacia la abogacía que no podemos ignorar. Los abogados, quienes deberían ser guardianes de la justicia y la legalidad, han sido percibidos en muchos casos como “tranceros,” corruptos o vendidos al mejor postor. Esta percepción no surge sin fundamento. La realidad es que en el gremio existe una minoría que mancha el ambiente profesional, mientras que existen muchos abogados honorables que luchan por la justicia en El Salvador, enfrentándose a presiones enormes y a estructuras corruptas que desvirtúan el ejercicio legal.

El doctor Méndez Azaar nos recuerda que desde siempre el abogado ha tenido un papel ambivalente en la sociedad. No solo en el estado de derecho sino también en organizaciones criminales, existen abogados que defienden intereses oscuros, algunos incluso pagando con sus vidas ante la violencia del crimen organizado. Sin embargo, también hay figuras destacadas que han plasmado un legado jurídico, como el recientemente fallecido Dr. Rafael Morán Castaneda, uno de los principales redactores del anteproyecto de la Constitución salvadoreña de 1983, cuya muerte pasó casi desapercibida para la opinión pública.

Corrupción y Poder en el Órgano Judicial

El sistema judicial salvadoreño ha sido históricamente permeable a la influencia del “poder real,” compuesto por la oligarquía, intereses económicos y presiones externas, como hemos visto con la influencia de Estados Unidos. La captura de altos magistrados y funcionarios ha demostrado que el órgano judicial se encuentra en muchas ocasiones al servicio de intereses particulares y no del soberano pueblo.

Un ejemplo emblemático es la “sala de los cuatro magníficos” en la Corte Suprema de Justicia, integrada por magistrados como Rodolfo González y Florentín Meléndez, quienes, en lugar de aplicar justicia imparcial, se convirtieron en piezas claves para mantener el status quo corrupto y defender a los poderosos. En este contexto, los abogados intermediarios o “sacadores” de causas, como el caso del licenciado Anaya, han sido pieza clave para el manejo oscuro de la justicia.

Casos Controvertidos: Las Situaciones de los Abogados Anaya y López

La audiencia pública observa con atención los procesos judiciales en contra de abogados prominentes como Anaya y López, quienes se encuentran vinculados a investigaciones por actos de corrupción y lavado de dinero. En medio del debate, algunos pretenden elevarlos a la categoría de “presos políticos,” pero el doctor Méndez enfatiza que estos casos corresponden a procedimientos legales que deben ser claros y públicos, respetando el debido proceso y sin abusos de confidencialidad o reservas injustificadas.

Este escenario refleja un problema mayor: el sistema a veces permite impunidad para algunos y persecución para otros, generando una percepción de justicia desigual. Se hace entonces imprescindible que la justicia sea transparente, pronta y cumplida, tal como lo establece nuestra Constitución.

La Realidad para el Abogado Honesto

Defender verdaderas causas justas y mantener integridad no es tarea fácil en un estado donde el poder real y la corrupción están tan arraigados. El doctor comparte su experiencia personal de enfrentarse al sistema, denunciar corrupción y sufrir represalias, incluyendo órdenes de captura injustas debido a sus denuncias.

El abogado honesto debe estar preparado para las adversidades, para resistir presiones y para persistir en la búsqueda de justicia sin ceder a la tentación del dinero o las influencias corruptas. Por eso, aunque quede una pequeña esperanza, es fundamental que los abogados dignifiquen su nombre y profesión, porque solo así ganarán el respeto del pueblo.

Retos Históricos y Sociales que Enfrenta El Salvador

No podemos desligar la crisis jurídica y moral del abogacía de la historia política y social del país. Desde la posguerra, con la imposición neoliberal de los 90, hasta las luchas sociales y el conflicto armado, el poder político y económico ha moldeado las instituciones a su favor, dejando a la justicia en un segundo plano.

La corrupción no solo está en la justicia, sino también en el gobierno, la Asamblea Legislativa y otros sectores, con casos que rebasan incluso los millones de dólares, mientras algunos responsables quedan impunes. Esta doble moral en la aplicación de la justicia alimenta la desconfianza ciudadana y el sentimiento de frustración.

El Papel de la Sociedad y la Nueva Generación

Desde la perspectiva del doctor Méndez, los salvadoreños somos, en esencia, gente íntegra, honesta y con voluntad de cambio. Existen generaciones que han cometido errores, pero la gran mayoría busca un mejor país, una sociedad justa y transparente. La diáspora salvadoreña, en especial los profesionales que desde el extranjero trabajan en comunicación y defensa de una imagen digna de El Salvador, son un activo invaluable.

La democratización de la comunicación digital ha sido una herramienta que ayudó a debilitar los medios tradicionales y a abrir espacios para nuevos líderes como Nayib Bukele, que ha enfrentado con firmeza problemas como la violencia y el crimen organizado, debilitando así a quienes históricamente se beneficiaron del caos.

Mirando Hacia el Futuro: La Importancia del Voto en 2027

El llamado a la ciudadanía es claro: no podemos seguir permitiendo que la corrupción y el dinero sucio decidan nuestro destino. En las elecciones próximas, debemos elegir con conciencia, apostando por gente honesta que represente realmente los intereses de la mayoría, y no los de una oligarquía rapaz.

Además, aunque reconocemos los logros del actual gobierno, es fundamental que existan controles y equilibrio en los órganos judicial y legislativo, y que surjan nuevas generaciones de líderes íntegros que continúen la labor de cambio.